Luego de pasar unos días en roma regresamos por algunas horas a Barcelona, allí descansamos un poco e hicimos recambio de indumentaria. Esperábamos tener días muy fríos en Alemania.
El vuelo salía desde el aeropuerto de Girona, en las afueras de Barcelona. Este es otro de los aeropuertos que solo operan con los vuelos LowCost. Hicimos todos los trámites necesarios en migraciones y en la línea aérea. Con tiempo suficiente nos colocamos cerca de la Gate correspondiente, esperando poder hacer uso de nuestros beneficios de ser Priority. El vuelo fue por la mañana bien temprano, así que pude ver el paisaje desde la ventanilla del avión. Llegando a Frankfurt, el paisaje se torno cada vez más blanco. El aeropuerto de destino, era Frankfurt Hahn, a unos 150km de Frankfurt Main. El vuelo termino correctamente y raudamente tomamos el shuttle para la ciudad. Nos acomodamos y el viaje comenzó tranquilamente. Es increíble el silencio que existe en Alemania, todo es tranquilidad nadie grita ni habla fuerte.
A la salida del aeropuerto justo cuando veníamos comparando el tráfico alemán con el italiano, el bus casi se mete de lleno dentro de un camión de transporte. Superado el susto, subimos a la autopista y todo fue tranquilidad…por un buen rato.
A la orilla de la autopista estaban haciendo trabajos de mantenimiento, por lo que cada unos cuantos kilómetros se producía una chicana en la ruta y solo había un carril para circular.
Por la orilla de la ruta sobrevolaban pequeñas águilas, tratando de encontrar algún roedor. Mala suerte para uno que decide cruzar delante del bus, justo en el momento de una de las chicanas. Ocurrió lo que le ocurre a toda persona que quiere esquivar a una que viene de frente, si una va la derecha, la otra también y así a la izquierda y demás.
El pobre se engancho con el espejo del Bus, y quedo ahí.
Una señora reacciono como a los 20 minutos de la situación y le dijo al chofer.
Usted no debería dejar a ese animal ahí, esta sufriendo. El chofer le contesto que tenía 65 pasajeros en el Bus que debían llegar a horario y tampoco era justo que se detuviera.
Igualmente la señora insistió y el chofer freno en una zona de descanso, donde milagrosamente el animal, se movió y callo al suelo. Lo agarraron y lo dejaron a al orilla del descanso. No creo que se recuperara de semejante golpe, pero quizás si.
La idea de ir a Frankfurt, era para que Sebastián conociera algo de Alemania y que yo visitara a mi amigo Jummy. Decidimos de antemano, juntarnos en el McDonals de la Haupt Bahnhof de Frankfurt, ya que yo la conocía bien de antemano.
Sin problemas nos encontramos y decidimos ir a su departamento a dejar las mochilas y salir a recorrer Frankfurt. Además ya era medio día y yo tenía hambre. Quería comer un Donner, comida que si bien se vende en muchas partes del mundo, el alemán es muy sabroso.
Compramos un ticket de tren, bus, subte, tranvía que dura una semana por unos 23 euros. Eso nos facilitaba las cosas. El barrio donde vivía mi amigo estaba muy bien comunicado, se llegaba fácil y rápidamente. Muy lindo barrio, con muchos negocios cerca. Dejamos las mochilas y salimos hacia el centro de Frankfurt. Yo a la ciudad ya la conocía, había visto muchos de sus lugares, pero en otoño. Los colores del cielo y de la vegetación cambian drásticamente, así como las rutinas de las personas. Así que podría decirse que redescubría esa gran ciudad. Los que me conocen sabrán como me gusta Alemania, su orden, su tranquilidad, su gente….en fin me gusta todo de Alemania.
Caminamos un buen rato y llegamos al lugar elegido para comer el Donner, como me lo esperaba, un manjar. Lo tomamos con cerveza alemana, para no perder la costumbre. Todos los días recorrimos sitios culturales y comerciales. Decidimos que cocinaríamos siempre en el departamento y tomaríamos la mayor variedad de cervezas posible. Sin pasarnos de la raya, por supuesto. En Alemania, las cervezas son muy ricas y saludables. Son todas naturales y sin agregados químicos. Para desayunar, tratamos de repetir la costumbre que teníamos cuando vivíamos en Alemania. Pan tostado y gran variedad de quesos y fiambres. Es muy barato comer en Alemania y con una calidad y variedad de productos.
Como anécdota de Alemania, es que llovió, nevó, volvió a llover y se limpio toda la nieve. Todo eso en los pocos días que estuvimos. La verdad en Alemania, mi cabeza descanso nuevamente, recordamos viejas épocas con jummy y el tomate se sintió muy a gusto también. Nuestra fiebre de compras, llego a su tope. Compramos de todo, sin pensar o pensando poco en el limite de equipaje. Acomodamos lo mejor que pudimos las cosas, pero no entro todo. Axial que cada uno dejo lo que menos extrañaría…la toalla. Por otro lado decidí comprar unas botellitas de Jägermeister, licor típico alemán. El tema era poder llevarlo en el avión, sobre que no tenia espacio, llevar líquidos en la cabina esta limitado. Cumpliendo con las normativas aéreas, las puse en una bolsita tipo zipplock y durante el control de seguridad las saque y las mostré sin que me pidieran antes. Así que pase sin problemas. El avión partió desde Alemania, a la mañana bien temprano, por lo que toda la noche anterior la pasamos despiertos, tomando cerveza y muriéndonos de risa. La pasamos muy bien en Alemania y nos prometimos tratar de repetir el encuentro lo antes posible.
Llegamos temprano a Barcelona y nos fuimos a recuperar fuerzas. Nos quedaban muchas cosas por hacer, despedidas y lugares a visitar.
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